viernes, 7 de mayo de 2010

ENVEJECIMIENTO ACTIVO

El día 23 de Marzo del 2010, presentaron nuestras compañeras un trabajo sobre el envejecimiento activo. El trabajo lo enfocaron a las personas que están a punto de llegar a la jubilación. Se centraron, en concreto, en el colectivo del baby boom.
Cuando las personas llegan a la edad de jubilación aparece una nueva etapa, caracterizado por un cambio que tiene diversas consecuencias, es decir, la persona deja de ocupar su puesto de trabajo y pasa a una vida, aparentemente, menos activa. Este cambio puede provocar en la persona cambios psicológicos, sienten que “ya no valen para realizar cualquier tarea” pues no solo deja su vida laboral a un lado, sino también se enfrenta a la sociedad. Es la sociedad quien ha etiquetado a las personas con edad avanzada son: pasivos, su opinión no vale para nada porque vivió en otra época, tienen limitaciones para hacer las cosas, no saben lo que dicen…
Hay un capítulo de Enrique Gil Calvo “El poder gris”, que tuvimos que estudiar el año pasado, que muestra muy bien el tema que estamos hablando. Así mismo, se centra en la generación del baby boom, es una generación que entra tarde al mercado laboral en un momento que la educación permanente tiene su auge (necesidad del reciclaje profesional). Por ello, como nos muestra el grupo, emerge un colectivo de personas mayores expertas, instruido, competente, activo y no dependiente. ¿Qué recursos nos encontramos para este colectivo? Los recursos los dividimos en tres ámbitos:
• Ocio y tiempo libre: viajes, actividades deportivas.
• Institucionales: centro de día, residencias.
• Económicas: pensiones.
Es necesario la información y prevención; hablar del envejecimiento activo, actividades intergeneracionales, prevención en salud…es necesario potenciar la participación activa de esta población.
La figura del educador social, ¿Dónde esta? pues bien el grupo nos comentaron que el educador social se encuentra en las actividades de ocio y tiempo libre, con ellas se pretende que sean protagonistas de sus vidas (activos); fomentar la participación y la comunicación; y promover el desarrollo cultural y social.
De esta exposición lo que mas me gustó fue el testigo de varias personas que se encuentra en la etapa de la que hemos estado hablando, las cuales se definen como personas activas y aunque el cuerpo delate que se van haciendo mayores, el espíritu es el mismo “me pongo el mundo por montera y hago lo que me da la gana” como nos decía una de las exponentes. Como bien nos comentaron, envejecer depende de la cultura y las expresiones sociales, también del género. Aquí donde vivimos, envejecer se encuentra infravalorado. Uno de los exponentes, Manolo Blanco, fue interesante lo que comentó, según él, es cierto que físicamente hay un deterioro, sin embargo, el envejecimiento no existe, es una forma de etiquetar, roles que nos inventamos, nadie se plantea: ¿qué puede aportar la persona mayor? Hay una falta de implicación entre jóvenes y mayores debido a la sociedad en la que vivimos: donde se encuentra dominada por los medios de comunicación, las prisas, las nuevas tecnologías…
Ramón que colaboró con el grupo nos explicó que hay dos tipos de envejecimiento el biológico, que se refiere a la muerte de los seres vivos y el cronológico, lo define la sociedad.
Con el grupo desarrollamos dos dinámicas: la primera trata sobre los roles que puede desempeñar un educador social (innovador, tradicional y pasota) y una persona mayor (pasivo, cascarrabias y activo) cuando ambos se relacionan.
Con la segunda dinámica desarrollamos un debate sobre preguntas que iba realizando nuestros compañeros, alguno de nosotros teníamos que optar por un rol que se nos asignó. Nos encontramos tanto con la persona mayor activa en el que se agobia en el pueblo, pues no hay actividad, hasta la persona mayor tradicional que su única preocupación es estar en el bar, también apareció la figura del político, que pienso que con su frase fue muy significativa: “necesitamos tener contento y tranquilo a los viejos pues eso da votos”. Fue un debate en el que nos lo pasamos bien y aprendimos de las opiniones de los demás, cuando estos no optaban por un rol.
Para terminar decir una frase de Gil Calvo, lo mejor de la política social es la educación en la infancia, que son los mayores del futuro. Para fomentar el envejecimiento activo es necesario por un lado informar y enseñar que, al igual que la adolescencia, la edad de jubilación es una etapa igual de importante, donde no termina la vida y todavía podemos aportar algo para nosotros mismos y para la sociedad. Por ello, es necesario la educación desde pequeños pues además no solo nos prepara para las etapas con las que vamos a enfrentar, sino que a través de la educación debemos de ir eliminando todo aquellos estereotipos con los que las personas mayores se enfrentan hoy, pero que debemos de recordar que con estos estereotipos y limitaciones por parte de la sociedad nos enfrentaremos en el futuro.

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