lunes, 14 de junio de 2010

Sistema Penitenciario


El día 1 de junio del 2010 presente junto a mis compañeras Lorena Domínguez Vázquez e Isabel García Camacho nuestro trabajo sobre el sistema penitenciario. En esta entrada no voy a exponer los conocimientos que hemos adquirido durante la investigación sobre nuestro tema. Quiero transmitir aquellas conclusiones a las que he llegado así como plasmar aquello que pretendíamos transmitir a nuestros compañeros durante la exposición. También quiero hablar sobre cómo me sentí a la hora de exponer y decir que pienso sobre aquellos aspectos que salieron durante la sesión.
Nosotras queríamos transmitir lo más cerca posible la realidad de la cárcel. Es difícil el acceso a esta, nosotras tuvimos la suerte de contar con la colaboración de un funcionario de prisiones, el cual nos puso en contacto con la educadora social del centro. Además pensábamos que era un tema de interés general.
¿Realidad o Ficción? Con esta pregunta queríamos hacer reflexionar a nuestros compañeros sobre si la imagen que podemos ver de la cárcel en los medios de comunicación corresponde con la realidad. Para ello pusimos un trozo de la película “Celda 211” e imágenes de un Centro de Inserción Social, con el fin de comparar. Aquí establecimos un pequeño debate, donde salio diversas opiniones con las que podríamos estar de acuerdo o no. Hay personas que piensan que “muchos de ellos, o se da el caso, de internos que realizan el delito con el fin de estar en la cárcel porque allí se vive muy bien, tiene muchos derechos, tiene de todo”, lo pongo entrecomilla pues aunque no sean palabras exactas, me gustaría recalcar que no es lo que pienso. Pienso que nos movemos por los estereotipos, por lo que la sociedad define que es y lo que no es, la verdad es tan relativa que nadie lo tiene, sin embargo, todo el mundo cree que la tiene, no nos podemos olvidar que las personas que se encuentra dentro del sistema penitenciario están porque han cometido un delito, por motivos cualesquiera, y por ello es castigado, ¿castigado con qué? Con la libertad, con aquello tan apreciado por todos y que pasamos por alto cuando se trata de juzgar al otro. Es muy fácil decir “están porque quiere”, “cuanto más tiempo estén allí mejor” pero no nos podemos olvidar que detrás de esa persona se encuentra rodeado de circunstancias que le lleva a cometer un delito como puede ser delitos contra el patrimonio o el orden socioeconómico (delito con mayor porcentaje según el Ministerio del Interior) circunstancias como consumo de drogas, conflictos familiares, influencia del contexto en el que se ha criado… en numerosas ocasiones los internos no han contado con las facilidades con las que nosotros mismos tenemos, cuando hablo de facilidades hablo de educación, de una familia, de transmisión de valores…
Las frases que se encuentran entrecomillas son frases de personas con las que he mantenido conversaciones acerca de esto de forma informal, y gracias a ella me ha ayudado a realizar esta entrada.
Hay una frase de Rostaing que se encuentra en nuestro trabajo, que para mi es muy significativa: “La prisión es un lugar de exclusión temporal que imprime sobre los detenidos la marca de un estigma” si reflexionamos nos damos cuenta como el interno a salir de la cárcel siempre se le va asignar con el nombre de delincuente, esto le va a dificultad a la hora de acceder a un puesto de trabajo, de encontrar pareja, de relacionarse… ningún empresario va ser capaz de contratar a una persona que ha estado en la cárcel, pues como hemos investigado la mayoría presentan baja cualificación y escasa o nula experiencia laboral, todos son factores negativos a la hora de la inserción social.
La inserción social ¿qué pienso sobre ello? Pienso que es difícil pero no imposible, primero es necesario de buenos profesionales que se tomen en serio su profesión, de la importancia de su labor. Sin embargo, lo que dificulta el proceso de inserción es que lo internos vuelven al mismo contexto del cual pertenecía, por ello vuelve a las mismas circunstancias en la que se encontraba antes de entrar en prisión. Es necesario trabajar el regreso a la sociedad, con la familia, aquí juega un papel importante tanto el centro penitenciario como el centro de servicios sociales.
Es necesario trabajar con la sociedad con el fin de que el interno cuando salga del centro penitenciario no se encuentre condicionado por su condición de expresidiario, como hemos comentado antes. Debemos tener en cuenta que la mayoría de delitos que se cometen en nuestro país son contra el orden socioeconómico y el patrimonio, y por otro lado, contra la salud pública (según el Ministerio del Interior) sin embargo, la sociedad tiende a pensar que los delitos son más graves de los que realmente son. Se estereotipa, como he comentado antes, y en base a eso se juzga y se aísla de la sociedad “normalizada” a los internos, los cuales se encuentra, cada vez más, con puertas cerradas, esto le lleva a volver al mismo contexto pues ve que es el único lugar donde es aceptado sin condiciones… con todo esto siempre llego a la misma conclusión es la pescadilla que se muerde la cola. A pesar de todos los aspectos negativos creo en la inserción social.
Para terminar comentar que me sentí un poco nerviosa a la hora de exponer pero se fue pasando poco a poco. Espero que con el trabajo se haya plasmado todo aquello que hemos profundizado y las conclusiones a las que hemos llegado tanto con la realización del trabajo como con la exposición.

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